Wednesday, September 30, 2009
Sunday, September 27, 2009
Cristina Bergoglio - Hacer ciudad
Cuando el hombre se levanta de la urgencia vegetal que le concibe, cuando suelta la potestad del monte, cuando se asea de la insistencia del árbol, algo urbano y no humano se mece en sus instintos. Es la ciudad que le insufla pensamientos, que le inyecta una lujuria de piedra y de cristales. Es la ciudad que es un monstruo primitivo, apenas encendido, apenas proclamado. Es cuando la calle reemplaza al camino y se torna un epitafio de la prisa. Es cuando el teatro, la plaza y el templo reemplazan las abiertas ceremonias de los astros. Y todo aquello que se mostraba silvestre, adelgaza sus salvajismos para entonar las músicas del asfalto. El cobijo de los hombres, antes amplio y dialogante con el pájaro y la hierba, ahora es una cápsula de tamaños indigestos, una caja donde apenas caben las pasiones y los bríos. Sin embargo el hombre sigue a merced de sus latidos urbanos. No puede evitar mecerse en sus membranas, crear, nacer, morir, hacer, destruir… fuera de sus fueros. La ciudad le ha pervertido, lo ha bautizado, lo ha elegido.
¿Por qué pintas la ciudad?
Pinto la ciudad porque desde que nos erguimos para obtener el alimento, ya éramos animales potencialmente urbanos. El fenómeno urbano me fascina por es un organismo vivo, mutable, indescifrable. Como arquitecto de formación me interesa lo geométrico más que lo orgánico morfológicamente. La ciudad me permite adentrarme en la abstracción geométrica, que no me permite un paisaje natural, pese a que amo la naturaleza y la celebro.
Llevas un tiempo pintando puentes. ¿Me puedes comentar qué significan para ti?
A nivel sólo estético, el puente produce en mis obras la sensación de perspectiva y fuga que busco. Anhelo que el espectador experimente una sensación de expansión y apertura visual. Como si te asomaras a un gran ventanal.
Y ya buscando el sentido semántico, el emocional…el puente significa para mí, mi antigua y permanente búsqueda de conocer mi naturaleza espiritual, de atarme a la otra orilla de mí misma dónde existo como puro potencial, sin ego ni juicios ni dolor.
Busco a su vez generar esa búsqueda en el espectador, toda forma pictórica contiene un lenguaje subliminal, como conocen bien los publicistas.
Otro de los temas que tocas últimamente son los espacios urbanos nocturnos y lluviosos.
Eso también tiene una connotación estética profunda. No me interesa plasmar el detalle urbano: las gentes, las tiendas…sino la atmósfera ciudadana, el coche como gesto de la prisa, las luces entreabriéndose camino entre la bruma. Me interesa retratar la velocidad, la gestualidad de la ciudad, sus siempre cambiantes escenarios. Para ello recurro al brochazo intenso, veloz, espontáneo…es como atrapar el momento en un único brochazo. Si retoco ese lenguaje, lo estropeo, por eso practico mucho previamente la velocidad del gesto de la mano en otros soportes, para alcanzar esa cinética que me interesa retratar. No me gustan nada los retratos urbanos dónde los coches son elementos detallados y estáticos. ¡El coche no nos da tiempo para ver la marca del neumático! Ni para ver la ropa de las personas con detalle. Jamás vemos la ciudad de ese modo, siquiera cuando los coches están aparcados. La ciudad es siempre vitalidad y movimiento, sensualidad, caos…aunque acontezca dentro de un cosmos mayor. Esa es la razón por la que no detallo demasiado los edificios, (sólo explico unos o dos para que el espectador se sitúe en una ciudad en concreto), ni el mobiliario urbano. La lluvia proporciona un marco dónde rescato el sentido de la elegancia. Mis cuadros con lluvia no son tristes, sino elegantes. Eso me lo proporciona trabajar éstos más orientados hacia el blanco y negro sin demasiadas estridencias de color ni valor. Me importa el movimiento, la danza urbana.
¿Cuál es el sentido final de tu arte, tanto en la pintura como en la literatura?
Crear es una forma de meditación, de conexión absoluta con nuestro verdadero Yo que está libre de las ataduras de la mente: preocupación por la subsistencia, por la aprobación ajena hacia nuestra valía, por si somos amados o no. La mente que está en el estadio de la creación es una mente poderosa porque ha conectado con su verdadero potencial, está totalmente en el presente y esa disponibilidad para estar atento al presente es el acto más digno y alto de que puede alcanzar la consciencia humana. Mientras creas, amas de un modo desinteresado hacia el sujeto que experimentará tu arte. Estás manando amor hacia el otro, sin pedir nada a cambio. Por eso se dice que los grandes artistas como Picasso o Dalí, han tocado lo más sublime de la mente, pese a ser presos de sus pasiones como todos.
Yo busco sanar a través de mi arte. Cualquier manifestación artística tiene que producir una alquimia en el que es recipiente de ese arte. La alquimia no necesariamente tiene que ser hacia lo equilibrado y bello (como en el caso de mis paisajes urbanos) sino que puede conmover otros aspectos más sombríos y revueltos de la personalidad del lector o espectador (como en el caso de mis textos o la pintura tanguera que busca manifestar lo sensual). En todo caso, un artista es bueno, cuando su arte produce una alquimia en el público y en sí mismo. Tanto el público como el artista dejan de ser la misma persona, si el arte ha cumplido su función, que es la de transformar. Y esa es la gran diferencia entre arte y artesanía ( sin quitar méritos a lo artesanal). Por eso en mis obras urbanas huyo de lo artesanal de repetir fidedignamente la realidad como lo hace la fotografía, y busco plasmar el aura urbana, el espíritu caótico de las grandes urbes que nos construyen como civilización.
Entrevista realizada por la galería Nave del Arte en relación a la exposición colectiva ART-4 u
BIOGRAFÍA:
Cristina Bergoglio. Arquitecto, ha desarrollado su visión plástica, literaria y científica desde temprana edad. Durante sus estudios de arquitectura comenzó a exponer sus visiones de espacios diseñados por ella misma en diversas salas de su ciudad natal. Interesada sobremanera en el trabajo de los arquitectos mexicanos Luis Barragán y su discípulo Ricardo Legorreta por la mística de estos espacios, envía sus proyectos, dibujos y textos al despacho de este último arquitecto, quien en México, insta a Cristina a dedicarse a la pintura y a la literatura en Europa. En México conoce al poeta Jaime Sabines y al narrador guatemalteco Augusto Monterroso. De regreso a su tierra, toma la decisión de desarrollar su carrera artística en Madrid, España. Allí comienza la investigación alrededor del paisaje urbano como consecuencia de sus estudios como arquitecto y del tango, por amor a sus raíces y a la danza. Estudia pintura en el Taller del Prado de Madrid, siendo profesora posteriormente durante algunos años, hasta el año 2007 bajo la dirección del pintor andaluz Francisco Molina Montero. En literatura ha incursionado en los géneros cuento, poesía, ensayo y artículo periodístico y sobre todo en la prosa poética, cuyo trabajo ha contado con el apoyo del escritor español Francisco Umbral y del escritor argentino Federico Andahazi.
Actualmente mantiene su casa-estudio en Madrid, donde sigue trabajando sobre paisajismo urbano en pintura. Sus ensayos literarios están enfocados a la investigación del potencial creativo de la mente humana a través del estudio de la física cuántica y los últimos paradigmas científicos, tema en el que lleva investigando más de 20 años.
Friday, September 18, 2009
Wednesday, September 16, 2009
manu chao
viva la libertad...!
mueran los gobernantes corruptos y su democracia falsa y caduca.
"gritemos" cuando verdaderamente nos independicemos como gobierno del imperio yanqui y su fakin-globalizacion!
Viva Manu Chao ... Viva Mano Negra ... Viva Latinoamerica!!!
Monday, September 14, 2009
Entrevista a Charles Bukowski”, de Sean Penn
Alcohol: “El alcohol es probablemente una de las mejores cosas que han llegado a esta tierra, además de mí. Entonces nos llevamos bien. Es destructivo para la mayoría de la gente, pero yo soy un caso aparte. Hago todo mi trabajo creativo cuando estoy intoxicado. Incluso me ha ayudado con las mujeres. Siempre fui reticente durante el sexo, y el alcohol me ha permitido ser más libre en la cama. Es una liberación porque básicamente yo soy una persona tímida e introvertida, y el alcohol me permite ser este héroe que atraviesa el espacio y el tiempo, haciendo un montón de cosas atrevidas... Entonces el alcohol me gusta, cómo no”.
Fumar: “Me gusta fumar. El cigarrillo y el alcohol se equilibran. No pasa así con otras drogas, alcohol y marihuana por ejemplo, esa droga de niñitas. Yo solía despertarme de una borrachera y había fumado tanto que mis dos manos estaban amarillas, casi marrones, como si tuviera puestos guantes. Y me preguntaba: ¡Mierda! ¿Cómo se verán mis pulmones?”.
Las mujeres y el sexo: “Yo las llamo máquinas de quejarse. Las cosas con un tipo nunca están bien para ellas. Y cuando me tiran toda esa histeria... Tengo que salir, agarrar el auto e irme. A cualquier parte. Tomar una taza de café en algún lado. En cualquier lado. Cualquier cosa menos otra mujer. Supongo que están construidas de diferente manera, ¿no? Cuando la histeria empieza, se acaba todo. Uno se tiene que ir, ellas no entienden por qué. ¿Adónde vas?, te gritan. ¡Me voy a la mierda, nena!. Piensan que soy un misógino, pero no es verdad. Eso es pura boca. Escuchan que Bukowski es ‘un cerdo macho chauvinista’, pero no chequean la fuente. Seguro, a veces pinto una mala imagen de las mujeres en mis cuentos, pero con los hombres hago lo mismo. Incluso yo salgo mal parado muchas veces. Si realmente pienso que algo es malo, digo que es malo, sea hombre, mujer, niño o perro. Las mujeres son tan quisquillosas, piensan que me las agarro con ellas en particular. Ése es su problema”.
La primera vez: “Mi primera vez fue la más rara. No sabía cómo hacerlo, y ella me enseñó a chuparle la concha y todas esas cosas de coger. Me acuerdo que me decía: ‘Hank, eres un buen escritor, pero no sabés una mierda sobre las mujeres’. ‘¿Qué quieres decir? Estuve con un montón de mujeres.’ ‘No, no sabes nada. Déjame enseñarte algunas cosas.’ Le dije que bueno y ella: ‘Eres un buen estudiante, entiendes rápido’. Eso fue todo. (Un poco avergonzado. No por los detalles sino por el sentimentalismo del recuerdo.) Pero todo ese asunto de chupar conchas se puede poner un poco servil. Me gusta hacerlas gozar, pero... Todo está sobrevalorado. El sexo sólo es una gran cosa cuando no lo haces”.
Escribir: “Escribí un cuento desde el punto de vista de un violador de una niña muy pequeña. Y la gente me acusó. Me hicieron entrevistas. Decían: ‘¿Le gusta violar a niñitas?’. Dije: ‘Por supuesto que no. Estoy fotografiando la vida’. Me metí en problemas con montones de cosas. Pero, por otro lado, los problemas venden libros. Pero, en última instancia, escribo para mí. (Da una larga aspirada a su cigarrillo.) Es así. La fumada es para mí, la ceniza es para el cenicero. Eso es publicar. Nunca escribo de día. Es como ir al supermercado desnudo. Todo el mundo te puede ver. De noche es cuando se sacan los trucos de la manga, la magia”.
Céline: “La primera vez que leí a Céline, me fui a la cama con una caja grande de galletitas Ritz. Empecé a leerlo y me comía una galletita Ritz, me reía, me comía una Ritz, leía. Leí la novela entera de un tirón y me terminé la caja de galletitas. Y me levanté y tomé agua. Tendrías que haberme visto. No me podía mover. Eso es lo que un buen escritor te puede hacer. Te puede matar. Un mal escritor puede hacerlo, también”.
Shakespeare: “Es ilegible y está sobrevalorado. Pero la gente no quiere escuchar esto. Uno no puede atacar templos. Ha sido fijado a lo largo de los siglos. Uno puede decir que tal es un pésimo actor, pero no puede decir que Shakespeare es mierda. Cuando algo dura mucho tiempo, los snobs empiezan a aferrarse a él, como ventosas. Cuando los snobs sienten que algo es seguro, se aferran. Pero si les decís la verdad, se ponen salvajes. No pueden soportarlo. Es atacar su propio proceso de pensamiento. Me desagradan”.
La fama: “Es destructora. Es una puta, una perra, la destructora más grande de todos los tiempos. A mí me tocó la mejor parte porque soy famoso en Europa y desconocido aquí, en Estados Unidos. Soy uno de los hombres más afortunados. La fama es terrible. Es una media en una escala del denominador común, la meten trabajando a un nivel bajo. No tiene valor. Una audiencia selecta es mucho mejor”.
La belleza: “No existe algo como la belleza, especialmente en un rostro humano, eso que llamamos fisonomía. Todo es un imaginado y matemático alineamiento de rasgos. Por ejemplo, si la nariz no sobresale mucho, si los costados están bien, si las orejas no son demasiado grandes, si el cabello no es demasiado largo. Es una mirada generalizadora. La gente piensa que ciertos rostros son hermosos, pero, realmente, no lo son. La verdadera belleza, por supuesto, viene de la personalidad. No tiene nada que ver con la forma de las cejas. Me dicen de tantas mujeres que son hermosas, pero cuando las veo, es como mirar un plato de sopa”.
La violencia: “Creo que, la mayoría de las veces, la violencia es malinterpretada. Hace falta cierta violencia. En nosotros hay una energía que necesita ser sacada. Creo que si esa energía es contenida, nos volvemos locos. La paz última que todos deseamos no es un área deseable. De alguna manera, no estamos destinados a eso. Por eso me gusta ver peleas de boxeo, y por eso yo mismo las protagonizaba en mi juventud. A veces se llama violencia a la expulsión de energía con honor. Hay locura interesante y locura desagradable. Hay buenas y malas formas de violencia. Es un término vago. Está bien si no se hace a expensas de otros”.
La fe: “La fe está bien para los que la tienen. Mientras no me la tiren por la cabeza. Tengo más fe en mi plomero que en el ser eterno. Los plomeros hacen un buen trabajo. Dejan que la mierda fluya”.
La moralidad convencional: “Puede que no exista el infierno, pero los que juzgan pueden crearlo. Pienso que la gente está sobredomesticada. Uno tiene que averiguar lo que le pasa, y cómo va a reaccionar. Voy a usar un término extraño aquí: el bien. No sé de dónde viene, pero siento que hay un básico rasgo de bondad en cada uno de nosotros. No creo en Dios, pero creo en esta ‘bondad’, como un tubo dentro de nuestros cuerpos. Puede ser alimentada. Siempre es mágica, por ejemplo cuando en una autopista sobrecargada de tráfico un extraño hace lugar para que alguien pueda cambiar de mano. Es esperanzador”.
Sobre ser entrevistado: “Es como ser arrinconado. Es vergonzoso. Por eso, no siempre digo toda la verdad. Me gusta jugar y burlarme un poco, así que doy información falsa sólo por el gusto de entretener y mentir. Así que si quieren saber algo sobre mí, no lean una entrevista. Ignoren ésta, también”.
Entrevista realizada por Sean Penn en 1987 para la revista “Interview”, cuando el actor estaba a punto de participar de la filmación de Barfly (en un papel que finalmente haría Mickey Rourke).
Friday, September 11, 2009
9/11 - Ocho años despues
Bajo la excusa de la “lucha contra el terrorismo” Estados Unidos dio paso a una nueva doctrina militar, la de los “ataques preventivos”. En alguno de sus discursos el ex presidente estadounidense George W. Bush dejó en claro que después del 11 de septiembre atacar después de ser atacado no era defenderse sino un suicido y que por esta razón sus fuerzas armadas iban a atacar cualquier lugar de la Tierra donde se refugiaran los terroristas de Al Qaeda o a cualquier nación que les diera cobijo. Esto llevó a que con el apoyo de la comunidad internacional se invadiera Afganistán y bajo innumerables mentiras y con menos aliados se hiciera lo mismo en Irak.
Thursday, September 10, 2009
Wednesday, September 9, 2009
Wednesday, September 2, 2009
Black Flag - TV Party
Big 'Hi' to all my single friends...!
For 3 weeks I'll be 'TV-Party Tonight' - all right - :p